«El dragado menos profundo afectaría a las márgenes y a Doñana»

Pide a las instituciones que no ignoren el estudio del estuario y ejecuten los proyectos de forma conjunta. Ana Sánchez Ameneiro. Diario de Sevilla. 13-11-14.

En los últimos días, se han vuelto a desgranar opiniones sobre el dragado de profundización del canal de navegación como si no existiera el estudio sobre el estuario del Guadalquivir que en febrero de 2011 presentó el CSIC en Sevilla. Se ha podido leer que el dragado de profundización «iría a favor de bajar el tapón salino», y lo contrario, «preocupación por el posible aumento de la salinidad». Lo financió íntegramente la Junta de Andalucía para desentrañar la madeja de conflictos en torno al dragado. Duró más de tres años y trabajaron en él más de cien científicos del CSIC y de varias universidades de Andalucía, coordinados por los profesores Javier Ruiz del Icman-CSIC y Miguel A. Losada de la Universidad de Granada. Se generaron más de 80 millones de datos ambientales del estuario con tecnología y modelos de vanguardia. Los resultados han sido publicados en revistas y libros científicos a nivel internacional (se pueden descargar en https://gdfa.ugr.es/docs/?goto=estuario). Ante estas afirmaciones, este periódico ha pedido a uno de los coordinadores, Miguel A. Losada, que aclare qué dice exactamente el estudio sobre el dragado y sus efectos.

-Profesor Losada, ¿cómo afecta el dragado de profundización en la salinidad del estuario?

-Analicemos primero la salinidad en las condiciones actuales, sin dragar, y después el efecto del dragado. La salinidad o contenido de sales por unidad de volumen de agua decrece a lo largo del estuario. Cuando por la presa de Alcalá del Río se descarga un caudal medio diario de unos 50 metros cúbicos por segundo (m3/s), la salinidad en Bonanza es prácticamente la del mar, pero aguas arriba de Sevilla, a unos 80 kilómetros de Sanlúcar, la salinidad es muy baja, el agua es prácticamente dulce. Este comportamiento se debe a que en cada tramo del cauce compiten la descarga de agua dulce y la acción de la marea. Además, interviene un proceso de transporte y mezcla que la naturaleza pone en marcha en cuanto detecta diferencias de salinidad entre dos tramos del estuario y tiende a disminuir dichas diferencias.

-¿La salinidad en una estación de bombeo para el arroz varía con el agua que baja por el río?

-En la estación, como en cada punto del estuario, la salinidad crece con la llenante y decrece con la vaciante, pero lo hace alrededor de un valor de equilibrio que depende de la descarga de agua dulce y de la carrera de marea. Con una descarga media diaria entre 40-60 m3/s el valor de equilibrio de la salinidad en la desembocadura es de 35 psu (unidad práctica de salinidad), a 30 kilómetros es de 12 psu y a 60 kilómetros, de 2 psu. Si se mantiene la descarga constante el valor de equilibrio de la salinidad es mayor con mareas vivas que en muertas. Pero, si se decidiera reducir la descarga fluvial por debajo de 15 m3/s durante varias semanas, la salinidad de equilibrio iría aumentando y con el paso del tiempo todo el estuario terminaría teniendo una salinidad próxima a la del mar.

-¿En las crecidas se forma un tapón salino en la desembocadura?

-Si se descarga por la presa de Alcalá de Río un caudal medio diario de más de 400 m3/s de agua dulce varios días, 6-8 ciclos de marea, la mayor parte del estuario tendría agua dulce, y en la desembocadura la salinidad decrecería rápidamente, desde su valor en mar abierto, 35 psu, hasta valores inferiores a 2 psu a 15 kilómetros en el interior del estuario. Durante el estudio pudimos comprobar que en condiciones de crecida, descargas de 2.000 m3/s, a 2-3 kilómetros de la desembocadura ya se podía encontrar una salinidad muy baja, de 2 psu.

-Pero, si el dragado de profundización cambia la acción de la marea…

-No hay que olvidar que la profundidad del canal de navegación se mantiene gracias a los dragados periódicos. Al profundizar el nivel actual del canal de navegación no más de un metro, cambiarán algo las características de la marea (su longitud y su celeridad), pero no se modificará significativamente ni la amplitud de la marea ni las velocidades máximas del agua con respecto a sus valores actuales, los dos factores principales que determinan la acción de la marea en la salinidad. Por tanto, con esa actuación el comportamiento de la salinidad y su variabilidad y distribución en el estuario no diferirá significativamente de sus valores actuales.

-¿El dragado inferior a un metro que plantea Puertos del Estado se podría hacer?

-El dragado menos profundo no daría nuevos problemas en la salinidad y en la turbidez pero sí lo haría en las márgenes y la morfología del estuario (que afecta a Doñana), y no ayudaría (no empeoraría) a mejorar el estado ecológico del estuario.

-¿Toda la responsabilidad para controlar la salinidad recae en el manejo del agua dulce?

-Partiendo de las condiciones actuales del estuario, con y sin ejecución del dragado de profundización, la salinidad y su variabilidad actual sólo cambiarán si se modifica la descarga de agua dulce. Si se ejecuta el proyecto previsto de modernización del arroz y no se mantienen las descargas que actualmente se dedican al riego, el estuario acusará una salinización durante esas épocas y unas aún menores tasas de renovación del agua con el consiguiente aumento del deterioro de su calidad. A la larga se convierte en un peligro para el cultivo del arroz, ya que la intrusión salina y el deterioro ambiental pueden aparecer también en las aguas subsuperficiales y el nivel freático, y lo harían con mayor intensidad de la actual, requiriendo una revisión de las dotaciones de agua actuales. Los arroceros conocen bien las consecuencias.

-¿Cómo interfieren e interaccionan el dragado de profundización y la modernización del arrozal en la turbidez?

-El estuario del Guadalquivir es uno de los más turbios del mundo. Cuando no hay crecidas, la turbidez actual y su variabilidad se debe a la acción de la marea sobre el fondo y las márgenes del cauce principal. Con el cauce dragado y una protección de márgenes teniendo en cuenta la dinámica mareal, la turbidez será similar a la actual, muy alta. Las concentraciones de sólidos en suspensión en el agua, incluso cerca de la superficie, son de 600 mg/l. En el mundo sólo el del Ganges supera esos valores.

-¿La turbidez es la misma en todo el estuario?

-La turbidez varía en el estuario con dos máximos en su interior: uno a unos 35 kilómetros de la desembocadura y otro en el kilómetro 60 variando su posición hasta la presa de Alcalá del Río. Hay más turbidez en mareas vivas que en mareas muertas. Esta elevada turbidez inhibe la transmisión de la luz en el agua, afectando el balance entre consumo y producción de materia orgánica, y, por tanto de oxígeno. En la actualidad el estuario consume mas oxígeno del que produce su biota vegetal, y no hay luz suficiente para hacer la fotosíntesis ya en el primer metro de agua, afectando severamente el estado ecológico de las aguas del estuario. Para controlar la turbidez se necesita más agua dulce de forma continuada.

-¿Cuál es el estado ecológico actual del estuario?

-Los datos medidos en el periodo 2007-2011 en más de 14 puntos fijos del estuario indican que concentraciones de oxígeno por encima de 9 mg/l sólo se observan en los 25 kilómetros más próximos a la desembocadura. En el resto del estuario, durante más del 80% del año, la concentración de oxígeno está por debajo del umbral que daña la biodiversidad (4,6 mg/l), y con regularidad por debajo de 2,9 mg/l (umbral de hipoxia, el oxígeno disponible limita procesos necesarios para la vida). Cerca de Sevilla se observa hipoxia tres meses al año, y con cierta frecuencia condiciones de anoxia (0,5 mg/l), es decir ausencia de oxígeno. Estas condiciones son devastadoras para la biodiversidad del estuario. La concentración de CO2 es alta y el pH bajo, afectando la capacidad de organismos acuáticos para fabricar sus esqueletos de carbonato cálcico. Estas condiciones tienen importantes consecuencias en las pesquerías y el marisqueo en la desembocadura y su entorno. Desde junio a diciembre de 2008 se detectó concentración de microcistinas (cianobacterias tóxicas) que afectó a amplias zonas del estuario. En el estudio hay información medida, analizada y cuantificada que indica que las aguas en más de dos tercios del estuario no presentan un buen estado ecológico la mayor parte del año.

-¿Qué pasa con las márgenes y su proyecto de protección?

-Desde Esparraguera al caño de Brenes, el trazado del canal de navegación tiene tres curvas que condicionan la circulación del agua y están afectando la dinámica sedimentaria de ambas márgenes. Este tramo y el siguiente, desde el caño de Brenes hasta Bonanza están en desequilibiro morfológico, que afecta a las márgenes y su posición en el tiempo, es decir a su migración. Los dragados de mantenimiento y profundización alteran este proceso natural. Cuando, por ejemplo, se rectifica y profundiza el tramo entre el brazo de la Torre y el caño de Brenes, en la margen de Doñana, se está trabajando contra la tendencia natural del cauce que intentará rellenar la zona dragada. El proyecto de dragado de profundización debe demostrar que no afectará aún más las márgenes y su dinámica. Para ello, antes de proponer soluciones de protección debe identificar de dónde sale el sedimento que rellena la zona dragada, evaluar la tasa de transporte y de acumulación en la zona y cuantificar la periodicidad y los costes de los dragados de mantenimiento que la nueva profundización acarreará y sus consecuencias. Lo que se hace en un tramo del cauce tiene repercusión en los restantes.

-¿Y en la desembocadura?

-Las actividades humanas han dejado reducido el estuario a un «canal y unos pocos caños». Han desaparecido prácticamente los llanos mareales, las zonas de pequeña pendiente que se inundan con la marea y que contribuyen a controlar la circulación mareal y la calidad de sus aguas y su estado ecológico. Sin ellos la marea transporta hacia el mar menos arena que la que introduce el oleaje procedente de las playas de Doñana. Entra por la margen derecha hacia el interior del estuario, empujando el agua hacia la margen izquierda. Es fácil observar en imágenes de google que en los últimos 15 kilómetros del cauce se está inscribiendo un nuevo meandro que afectará a toda la desembocadura, el canal de navegación y las infraestructuras en ese tramo de estuario. El proyecto de protección de márgenes debe considerar este comportamiento, pronosticar su evolución y determinar el efecto de los dragados y de la posible protección de márgenes y de las mayores crecidas esperables.

-Dígame claves del estuario.

-La cantidad, calidad y secuencia temporal de descarga de agua dulce determina la salinidad y la turbidez en el estuario y su variabilidad temporal, que condicionan el estado ecológico de sus aguas y los recursos del estuario. Turbidez y erosión de márgenes están relacionadas con la acción de la marea y la gestión del dragado. La capacidad del estuario de autorregularse ante un desequilibrio temporal depende de la contribución de los llanos mareales a la circulación de agua y la disponibilidad de agua dulce. Conviene no olvidar que la descarga actual de agua dulce es insuficiente para mejorar el estado ecológico de las aguas del estuario del Guadalquivir, y en el futuro está amenazada por el proyecto de modernización del arroz.

-¿El Puerto, la Confederación y la Junta deben hablar antes de ejecutar los tres proyectos?

-No es recomendable, ni tecnológicamente correcto redactar y ejecutar los proyectos de profundización, de protección de márgenes y de conducción de agua al arrozal por separado y seguir gestionando el estuario como si el arrozal estuviera en Constantinopla y el canal de navegación en Washington. El método científico y la ciencia no generan opiniones sino conocimiento que ha sido sometido a un proceso de evaluación con reglas y arbitraje aceptados por la comunidad científica. Los gestores y los ciudadanos deben valorar nuestro trabajo y aplicarlo más allá de conveniencias coyunturales, pues se cometen muchos más fallos y más peligrosos por ignorar lo que ya se sabe que por lo que se desconoce.

-¿Hay que hacer más estudios del estuario?

-Estamos en el siglo XXI, hay un estudio riguroso, con las series de medidas de la dinámica ambiental del estuario del Guadalquivir más completas y más fiables de las que se dispone hoy. Se han invertido en él más de dos millones de euros públicos. Las instituciones que gestionan el estuario deben aplicar lo que ya se sabe o explicar a los ciudadanos por qué no lo aplican. Por favor, no ignoren el informe y no se escuden en la economía «cortoplacista» para tomar decisiones. El estuario es un bien de todos los españoles y un patrimonio ambiental universal, respétenlo, gestionen desde el conocimiento y den explicaciones en consecuencia.

Feragua, Asaja y la federación de arroceros se oponen a la ejecución inmediata del dragado del río Guadalquivir que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla

Los fondos europeos no pueden ser la excusa para un Dragado sin garantías.

Feragua, la Federación de Arroceros y ASAJA coinciden en que la posible pérdida de fondos europeos no puede ser la excusa para autorizar un proyecto que en el momento actual no reúne las condiciones para que pueda ejecutarse sin causar daños irreparables al medio ambiente, a la actividad económica de la Cuenca y a la imagen internacional de Andalucía.

La presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, el presidente de Asaja, Ricardo Serra, el presidente de la Federación de Arroceros, Juan Cuquerella, y el alcalde de la localidad de Isla Mayor, Ángel García Espuny, ofrecieron una rueda de prensa en la que expresaron su oposición a la ejecución inmediata del dragado del río Guadalquivir que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla, al entender que en el momento actual no se dan las garantías para un dragado sostenible.

A este respecto, señalaron que la modernización del arroz es tan indisociable al dragado como el proyecto de márgenes. Dicho de otra forma, sin un presupuesto y un calendario de actuaciones que contemple de forma paralela el dragado, la modernización del arroz y la ejecución del proyecto de márgenes, no hay garantía alguna para la agricultura y el medio ambiente. Dado que el proyecto de modernización del arroz no se ha incluido en los fondos Feder, el proyecto del dragado no puede iniciarse.

Las tres organizaciones advirtieron que se tomarían medidas legales y de movilización social en caso de iniciarse el dragado sin las adecuadas garantías.

Por su parte, el alcalde de Isla Mayor, Ángel García Espuny, quien también habló en nombre del regidor de Los Palacios, Juan Manuel Valle Chacón, subrayó que el Guadalquivir “lo es todo” para estas dos localidades, recordó que “las directrices de la comisión científica y el informe de la UNESCO son contrarios al Dragado” y que los cambios en el río en el pasado siempre han generado “irreparables pérdidas; por eso, si se hace el Dragado no habrá marcha atrás, nos enfrentaremos a un daño irreparable”.

WWF rechaza el dragado parcial que anuncia Puerto de Sevilla y recuerda la obligación de cumplir con el dictamen de los expertos

Ante el anuncio realizado por la Autoridad Portuaria de Sevilla de realizar un dragado de profundización parcial en 2015 de 0,85 metros, aplazando el resto del proyecto a años posteriores, WWF se manifiesta totalmente en contra y reitera su petición al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de que descarte definitivamente el dragado de profundización por sus efectos negativos sobre el estuario del Guadalquivir.

WWF pide al Gobierno estatal y a la Junta de Andalucía que impidan esta acción, que considera un claro fraude, y solicita que pongan en marcha las medidas imprescindibles para la recuperación del estuario, de acuerdo con el dictamen científico realizado en 2010.

Peligros de navegar por el Guadalquivir, uno de los al menos 50 accidentes acontecidos en los últimos 3 años. El Citadel embarrancado.

Peligros de navegar por el Guadalquivir, uno de los al menos 50 accidentes acontecidos en los últimos 3 años. El Citadel embarrancado.

Hay que advertir que de acuerdo con la decisión del Ministerio de Medio Ambiente en 2011, dicho dictamen de la Comisión Científica es una condición de la DIA, por lo que sin su cumplimiento y posterior evaluación previa, no se puede ejecutar ningún tipo de dragado de profundización, ya sea parcial o total hasta los 8 metros.

WWF recuerda que, tres años después de esa decisión, las administraciones no han avanzado en la puesta en marcha de la gestión integral del estuario, ni han impulsado las medidas mínimas que pedían los científicos para la recuperación del río, como la restauración de los llanos mareales, el aumento de los caudales de agua dulce que llegan al estuario o la reducción de la contaminación procedente de la cuenca del Guadalquivir.

Además, no se debe olvidar que actualmente la Comisión Europea tiene abierta una queja contra España por este proyecto, por lo que no debería comenzar ninguna actuación hasta que este procedimiento esté resuelto.

En la última reunión de su Comité de Patrimonio de la Humanidad, celebrada en junio,la UNESCO volvió a exigir a España que se comprometa a descartar definitivamente el dragado de profundización del Guadalquivir, un proyecto que supondría un impacto inasumible para los valores universales de Doñana. La preocupación de los organismos internacionales por la situación de Doñana es tan grande que la UNESCO ha pedido una nueva misión internacional, conjunta con la Secretaría del Convenio Ramsar, como la desarrollada en 2011.

La ‘muerte’ del puerto por Manuel Jesús Florencio.

Llegada al muelle de las Delicias del crucero ‘Berlín’, en agosto. CARLOS MÁRQUEZ

Diario El Mundo. LA ASOCIACIÓN para el Progreso de la Dirección organizó en Sevilla la Jornada Dragado del río Guadalquivir: avance y crecimiento socioeconómico, cuyo título ya denotaba su falta de objetividad al establecer una vinculación entre dragado y crecimiento o, dicho de otro modo, que sin el dragado aquél no es posible o no hay otras maneras de crecer.

Por si quedara alguna duda, la APD no invitó a ningún ponente que pudiera cuestionar la obra, para asegurarse de que el único mensaje que se emitiría sería el de dragado sí o sí.

El presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, que durante 19 años fue titular de la Asociación de Consignatarios de Buques, dijo en su intervención: «El puerto lleva 15 años sin crecer; se encuentra en peligro de muerte y puede llegar a convertirse en un puerto de barcazas».

Mercancías

Comprobemos la veracidad de tal aserto comparándolo con la estadística oficial de tráfico de mercancías (millones de toneladas) en el puerto desde 1998 a 2013: año 1998, 3,86 millones de toneladas (Mt); 1999, 3,96 millones; 2000, 4,49 Mt; 2001, 4,89 Mt; 2002, 4,70 Mt; 2003, 4,85 Mt; 2004, 4,54 Mt; 2005, 4,90 Mt; 2006, 5,34 Mt; 2007, 4,76 Mt; 2008, 4,62 Mt; 2009, 4,54 Mt; 2010, 4,40 Mt; 2011, 4,61 Mt; 2012, 4,59 Mt, y 2013, 4,38 Mt.

Hay que tener en cuenta que Sevilla, al igual que España, sufre desde 2008 una de las peores crisis económicas de su historia reciente, con 88.502 parados y cierre de numerosas empresas, por lo que esta caída de la actividad debe tener necesariamente una traslación al puerto y traducirse en menor movimiento de mercancías.

Aun así, los 4,38 millones de toneladas de 2013 suponen un 13,47% más que en 1998 y un 10,60% más que en 1999, el ejercicio que marca la frontera de los 15 años citados por Herrero.

En todo ese periodo ha habido 7 años de crecimiento respecto del año anterior y ocho de menor movimiento de mercancías. De estos ocho, seis devienen a partir de 2007, por lo que puede decirse que el puerto empezó a notar la crisis un año antes de que se produjera. Pese al impacto de la recesión, ha mantenido cierta estabilidad: cerró 2013 con tan sólo 0,24 Mt menos de mercancías que en 2008, cuando oficialmente se produjo el crash. Desde 2000 siempre ha superado los 4 Mt, sin caer por debajo de ese límite, como en los años 90.

Estancamiento

Por tanto, ni lleva 15 años sin crecer ni está en peligro de muerte, sino estancado, en línea con nuestra economía. Obsérvese que los mejores años en esta serie fueron 2005 (4,90 Mt) y 2006 (5,34 Mt), coincidiendo con el auge económico y un lustro antes de que entrara en servicio la nueva esclusa. Esta se presentaba entonces igual que ahora el dragado: como esencial para evitar la muerte del puerto. Ni con la esclusa se ha recuperado el volumen de mercancías de 2005 y 2006. Es la demostración de que el problema no radica en la esclusa ni en el dragado, sino en Sevilla.

El puerto es un reflejo de la ciudad. Si Sevilla tuviera miles de fábricas transformando materias primas y exportando, el puerto movería más millones de toneladas. Sin más actividad económica no la habrá portuaria, con esclusa o sin esclusa, con dragado o sin dragado.

Segunda parte del aserto de Herrero: «El puerto puede desaparecer o convertirse en uno sólo de barcazas». Pues esto no es lo que nos vendieron cuando nos presentaban la esclusa como la panacea para Sevilla y el propio puerto, tras unas obras que duraron 5 años y que costaron 160 millones de euros.

90% de la flota mundial

Desde la Autoridad Portuaria se dijo cuando aquélla entró en servicio (teletipo de Efe de 25 de noviembre de 2010) que permite que pase el 90% de la flota mercante mundial gracias a sus 11 metros de profundidad, 40 de anchura y 300 de longitud. También que aumentaría de forma «considerable» el transporte marítimo «hasta pasar de las 5 millones de toneladas actuales a 12 millones»; que se incrementaría la actividad económica y que se crearían 15.000 empleos.

La esclusa iba a crear miles de empleos como dicen los van a crear el dragado y la Zona Franca. Volvamos a la estadística oficial. En noviembre de 2010, Sevilla tenía 76.382 parados. Cuatro años después de la inauguración de la nueva esclusa, ascienden a 88.502. Hay 12.120 parados más en vez de los 15.000 empleos prometidos. ¿Cuántas veces nos contarán la misma historia?

Buques imposibles

Herrero tiene razón en una cosa: cada vez se construyen buques más grandes. Pero ni con el dragado que se hiciera (8 metros de calado) ni con la nueva esclusa podrían entrar nunca en nuestro puerto, porque ya los del tipo Panamax (en referencia a los que caben por el Canal de Panamá) requieren 12 metros de calado; los PostPanamax, 15 metros, y los NewPanamax, 18,30 metros.

Nuestro puerto es fluvial y nunca podremos competir con los oceánicos ni captar los nuevos grandes barcos. Estamos limitados por la Naturaleza y sólo yendo contra Natura (dragando) podremos aumentar un calado que los informes científicos sitúan como última medida en todo caso y sólo tras la corrección de los graves problemas ecológicos que ya sufre el río. En el balance hay que situar también el riesgo de dañar -por el incremento de la salinidad- el arrozal, que genera 150 millones de euros anuales y casi 500.000 jornales, y Doñana.

Hay que conciliar todos los intereses, sin alarmismos y sin prisas, conscientes de nuestras limitaciones. Según el puerto, la esclusa nos permite mover 12 Mt de mercancías. Todavía nos queda un margen de 8 millones.
elfrancotiradordesevilla@gmail.com

UPA-A y Areda advierten de que denunciarán ante Bruselas el dragado del río Guadalquivir de producirse

  UPA-Andalucía y Areda han mostrado este lunes su rechazo al dragado del río Guadalquivir, un proyecto «fracasado», que «no cuenta con ningún informe favorable y que significaría la ruina y desaparición de un cultivo clave para el Bajo Guadalquivir, como es el arroz», al tiempo que han advertido de que lo denunciarán ante Bruselas de producirse. Europa Press.

El secretario general de UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, y el portavoz de Areda y vicepresidente de la comunidad de regantes Vuelta del Cojo, Fernando Payarés, han lanzado una advertencia en la rueda de prensa ofrecida. «Este proyecto, de llevarse a cabo, se financiaría con fondos europeos. Al día siguiente de empezar, presentaríamos una denuncia en Bruselas por ser contrario al derecho comunitario por incumplimiento en materia medioambiental», afirmaron.

Y, también, han adelantado que van a poner en marcha una ronda de consultas con el sector para hacer una manifestación de rechazo al dragado. «No vamos a consentir que un sector que es imprescindible para el desarrollo económico de la zona lo ponga en peligro un proyecto fracasado, inviable», ha subrayado

UPA-A y Areda seguirán peleando por defender los intereses de un sector clave para la economía del Bajo Guadalquivir, con 850 explotaciones, 38.000 hectáreas cultivadas, que produce 320.000 toneladas y deja casi 500.000 jornales, además de ser la principal despensa de las aves del Parque de Doñana y un cultivo que no tiene alternativa.

«Hay que recordar que esta zona está siendo castigada de forma excesiva por las reformas de la PAC, que prácticamente nos han dejado sin cultivos como el arroz y la remolacha. Por lo tanto, no estamos en condiciones de perder uno de los principales motores económicos», han destacado Rodríguez y Payarés.

El secretario general de UPA-A y el portavoz de Areda han recordado que «el dragado no tiene ni un solo informe positivo de la comunidad científica». «Incluso, el último informe de la Unesco, el pasado mes de mayo, echaba un jarro de agua fría a un proyecto de estas características que podría poner fin a la vida biológica de este tramo del Guadalquivir. Por lo tanto, se trata de un proyecto fracasado que de una iniciativa para compatibilizar los intereses económicos de este tramo del río», han añadido.

Además, han hecho hincapié en que «no se sostiene, ni es serio» un debate sobre el dragado del Guadalquivir «sin tener en cuenta antes la necesidad urgente de la puesta en marcha del plan de modernización del cultivo del arroz».

«Llevamos muchos años hablando de esto y no ha habido, hasta la fecha, ni un euro para financiar un proyecto básico para este cultivo, ni tampoco para proyectos que teóricamente irían a paliar los efectos de un posible dragado, como el plan de protección de márgenes del Guadalquivir. Esto nos lleva a la conclusión de que no hay voluntad ninguna de sacar adelante ambos proyectos que, una vez realizados, podrían compatibilizar la actividad del puerto y del sector arrocero», han indicado.

Fernando Payarés, vicepresidente de la comunidad de regantes Vuelta del Cojo, ha defendido igualmente una solución definitiva para la zona arrocera y, después, abrir un canal de diálogo entre todos los actores para analizar el proyecto.

WWF critica al Gobierno por destinar 35 millones al dragado del Guadalquivir

La organización ecologista argumenta que esta «importante» partida se destina sin que se hayan cumplido las medidas que establecía el dictamen científico. [Info Sevilladirecto.com].

La organización ecologista WWF ha criticado al Gobierno de la nación por el hecho de que, “un año más”, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) hayan contemplado una “importante” partida de 35 millones de euros para el proyecto de dragado de profundización del río Guadalquivir promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla sin que se hayan cumplido las medidas que establecía el dictamen científico, “una condición imprescindible, según decretó el Ministerio de Medio Ambiente”, afirma la organización ecologista.

Ya el pasado año se dio la misma tesitura, cuando los PGE consignaron más de 30 millones para la mejora del acceso marítimo. El por entonces presidente del Puerto, Manuel Fernández, indicaba que, con un plan de empresas y un escenario presupuestario pactado a lo largo de los años, “la sorpresa sería que esta cantidad no hubiese aparecido”. “No es ninguna sorpresa, es lo lógico y lo sabíamos desde hace mucho tiempo”, agregaba. WWF explica en un comunicado que el proyecto “dañaría Doñana de forma irreversible y, tal y como decretó el Ministerio de Medio Ambiente en 2011, no puede realizarse sin que se cumplen las condiciones del dictamen científico: la ejecución de las medidas imprescindibles para la recuperación del estuario y una nueva evaluación previa”.

Asimismo, el colectivo ha querido recordar que, tres años después de esa decisión, las administraciones no han avanzado en la puesta en marcha de la gestión integral del estuario ni han impulsado las medidas mínimas que pedían los científicos para la recuperación del río, como la restauración de las llanuras mareales, el aumento de los caudales de agua dulce o la reducción de la contaminación procedente de la cuenca del Guadalquivir.  En este sentido, los conservacionistas inciden en su rechazo, subrayan que “irán con todo” si las actuaciones comienzan y hacen un llamamiento a las administraciones para ir “todos a una” contra esta intervención, según manifestó el coordinador del proyecto Doñana de WWF, Felipe Fuentelsaz.

Aunque los primeros documentos del nuevo Plan Hidrológico del Guadalquivir prevén un Plan Especial para el estuario, “siguen sin incorporar los resultados del estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el posterior dictamen de la comisión científica creada para evaluar el dragado: además, vuelven a incluir el dragado de profundización como una de las medidas para el ciclo 2015-2021″.

En la última reunión de su Comité de Patrimonio de la Humanidad, celebrada en junio, “la Unesco volvió a exigir a España que se comprometa a descartar definitivamente el dragado de profundización del Guadalquivir, un proyecto que supondría un impacto inasumible para los valores universales de Doñana”, recuerdan los ecologistas. La preocupación de los organismos internacionales por la situación de Doñana “es tan grande que la Unesco ha pedido una nueva misión internacional, conjunta con la Secretaría del Convenio Ramsar, como la que hubo en 2011″, agregan.

“Rechazamos una vez más que el Gobierno destine 35 millones de euros de todos los españoles a un proyecto que dañaría Doñana de forma irreversible”, ha declarado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, que ha apostillado que “la decisión del Gobierno choca frontalmente con las demandas de la Unesco, que pide el fin del dragado de profundización del Guadalquivir”, concluyen desde la organización ecologista.

La Unesco rechaza el dragado del Guadalquivir por afectar a Doñana

El organismo internacional pide que se ponga fin al uso ilegal del agua en el entorno del Parque Alerta de los niveles «insostenibles» de extracción y del agotamiento del acuífero 27. Efe Huelva. 

Descartar definitivamente el dragado del Guadalquivir y solucionar el problema del uso insostenible e ilegal de agua en el entorno de Doñana son las principales peticiones que contiene la resolución sobre el Espacio Natural elaborada por la Unesco.

En el documento, que será aprobado por el Comité de Patrimonio de la Humanidad de Unesco en su reunión anual, que se celebra entre el 15 y el 25 de junio en Doha (Qatar), se advierte a España de que los «valores universales excepcionales» por los que Doñana fue declarada Patrimonio de la Humanidad están en riesgo por las muchas presiones a las que está sometido el espacio natural.

La organización WWF, a través de un comunicado, ha dado a conocer las conclusiones de dicha resolución en la que además se alerta de que «la falta de acción y de coordinación entre las diversas administraciones competentes ponen en riesgo la conservación del Espacio Natural de Doñana».

El organismo que vela por la protección del Patrimonio de la Humanidad pide al Gobierno español sobre el dragado de profundización del Guadalquivir propuesto por la Autoridad Portuaria de Sevilla «un compromiso permanente» de que no se llevará a cabo, ya que podría poner en riesgo el futuro de Doñana, tal y como WWF lleva alertando desde 1999. Como en años anteriores, la resolución del Comité de Patrimonio de la Humanidad expresa su profunda preocupación en relación a la gestión del agua en Doñana.

La resolución alerta sobre «la ausencia de un plan de acción para hacer frente a niveles insostenibles de extracción de agua», que están provocando el agotamiento progresivo del acuífero del que depende Doñana, y pide medidas como la aplicación de las normas existentes para «combatir el uso ilegal del agua».

La Unesco también muestra su preocupación por el proyecto de construcción de una presa en el río Guadiamar, por la reapertura de la mina de Aznalcóllar, el almacenamiento de gas y el proyecto de modernización de los arrozales de margen derecho del Guadalquivir.

Además, considera necesaria una «evaluación ambiental estratégica de la cuenca del río Guadalquivir» para asegurar a largo plazo, y de forma definitiva, la protección de los valores universales excepcionales de Doñana.

La preocupación de la Unesco por Doñana queda clara con la petición al Estado español para realizar una misión junto a la Secretaría de la Convención de Ramsar y pide a España que emita un nuevo informe en febrero del año próximo, que volverá a ser analizado por el Comité en su reunión de 2015.

Doñana no cree en la solución propuesta por la Autoridad Portuaria para los márgenes del Guadalquivir

Las Comisiones de Trabajo de Biodiversidad y Aguas del Consejo de Participación de Doñana reunidas el pasado día 20 de marzo en Hinojos, decidieron elevar al Pleno del Consejo una propuesta de “informe negativo” al proyecto de “Defensa de la margen derecha del Río Guadalquivir en el Parque Nacional de Doñana”, presentado por la Autoridad Portuaria de Sevilla.

El Pleno, presidido por Miguel Delibes, se reunirá el próximo 11 de abril en Aznalcázar para votar la propuesta de informe negativo, que probablemente saldrá adelante visto los apoyos obtenidos por la misma en la reunión de las Comisiones: agricultores, ayuntamientos, asociaciones ecologistas, la Junta de Andalucía, la Estación Biológica de Doñana, …

El proyecto, presentado por el puerto hispalense en una sesión anterior de las Comisiones de Trabajo de Biodiversidad y Aguas, fue analizado desde el punto de vista técnico y científico por el director de la Estación Biológica de Doñana, Juan José Negro, y los autores principales de la “Propuesta Metodológica para Diagnosticar y Pronosticar las Consecuencias de las Actuaciones Humanas en el Estuario del Guadalquivir”, Miguel Losada, Javier Ruiz y María José Polo. Este asesoramiento había sido pedido por los miembros de las Comisiones a fin de poder contrastar la información ofrecida por la Autoridad Portuaria de Sevilla y poder emitir una propuesta fundamentada principalmente en elementos científico-técnicos.

Una vez oídos, en ambas sesiones, tanto los argumentos de la Autoridad Portuaria, como de los expertos requeridos para prestar su asesoramiento, los miembros de las Comisiones de Trabajo de Biodiversidad y Agua decidieron redactar una propuesta de “informe negativo” para que sea elevada al Pleno del Consejo de Participación para su votación.

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No son los barcos, son los dragados los que provocan la erosión de margenes del Guadalquivir

Ecologistas en Acción también informó desfavorablemente en la Comisión de Agua y Biodiversidad el proyecto de protección de márgenes del Guadalquivir presentado por el Puerto de Sevilla.

No son los barcos, son los dragados los que están detrás de la erosión de las márgenes del Guadalquivir. Esta es la conclusión a la que se llega tras oír la intervención del profesor Losada en la comisión conjunta de Aguas y Biodiversidad del Espacio Natural Doñana sobre el proyecto de protección de márgenes presentado por el Puerto de Sevilla.
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DRAGANDO EL FUTURO por José María Montero

DRAGANDO EL FUTURO

desembocadura_del_guadalquivir_en_sanl25facar_de_barrameda-470x260Por José María Montero. Periodista ambiental todoterreno y multimedia. Dirijo «Espacio Protegido» y «Tierra y Mar» en la TV andaluza (y unas cuantas cosas más). Cuando no escribo… cocino (y viceversa).

Doñana a la derecha y Sanlúcar de Barrameda a la izquierda, así se despide el Guadalquivir antes de fundirse con el Atlántico.

La crisis actúa como un perverso túnel del tiempo que nos devuelve ideas caducas, escenarios casposos y debates que creíamos definitivamente resueltos.  ¿Es posible que a estas alturas regrese la cantinela aquella de “conservación o desarrollo”? ¿Todavía hay quién, sin ruborizarse, se atreve a defender que la conservación del medio ambiente hipoteca nuestro desarrollo económico? ¿Hay ciudadanos que, quizá confundidos por la desesperación, están dispuestos a creer que el empleo se multiplica relajando algunas cautelas ambientales “exageradas”?

Ayer volvió a resucitar la plataforma que, hace diez años, se constituyó en Sevilla para reclamar el dragado del Guadalquivir, aumentando así el calado del canal navegable y permitiendo la entrada hasta la capital de buques de gran tonelaje.

El proyecto fue rechazado por el comité científico encargado de analizar su impacto en el estuario del Guadalquivir al considerar, entre otros argumentos demoledores, que es “incompatible con la conservación del estuario” y que los perjuicios que ocasionaría “son mayores que el supuesto beneficio económico”.

Pero, ¿por qué le otorgamos tanto valor al Guadalquivir en su tramo final, en ese estuario que algunos consideran una simple autovía fluvial y otros un paraíso de la biodiversidad?

El estuario del Guadalquivir abarca unos 10.000 kilómetros cuadrados de extensión, y comprende el cauce principal del río desde Alcalá del Río (Sevilla) hasta la desembocadura, tramo que mide unos 115 kilómetros. La riqueza en nutrientes de esta zona húmeda se explica, en parte, por la mezcla de agua dulce y salada, motivo por el que numerosas especies marinas acuden a ella a desovar, haciendo del estuario un elemento indispensable para la recarga de los caladeros del golfo de Cádiz. Asociados a esta arteria principal se encuentran los “brazos”, antiguos cauces que han dejado aislados una serie de territorios conocidos como “islas”. En la margen derecha, el brazo de la Torre traza los límites de la Isla Mayor y el brazo de los Jerónimos los de la Isla Mínima. En la margen izquierda es el brazo del Este el que dibuja los contornos de la Isla Menor.

Este es un territorio  humanizada desde tiempos remotos,  sometido a numerosas intervenciones que la han ido moldeando. Las referencias que se  tienen del cauce en la Alta Edad Media permiten describir cómo funcionaba todo este sistema cuando aún no había sufrido alteraciones de importancia. Entonces el Guadalquivir se abría, en su curso bajo, en tres grandes brazos que penetraban en las marismas, y en los que desembocaban multitud de canales mareales que drenaban de forma natural estas extensas llanuras inundables. El agua dulce, cargada con los nutrientes que habían viajado desde las zonas altas del cauce, se mezclaba, de forma heterogénea, con la salada procedente del mar, creando así multitud de ambientes. Como explica Carlos Fernández-Delgado, catedrático de la Universidad de Córdoba y especialista en peces de aguas continentales, “la biodiversidad acuática en aquella época debió ser  extraordinaria, pues en el estuario confluían especies propias de aguas dulces, aguas salobres y aguas saladas”.

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¿Merece la pena convertir el Guadalquivir en una autovía fluvial? ¿Cuánto ganamos? ¿Cuánto perdemos?

Con el paso de los años tanto el estuario como su entorno comenzaron a sufrir serias transformaciones. El cauce se fue adaptando a las condiciones que imponía el tráfico de buques, las explotaciones agrícolas se extendieron en buena parte de las marismas y a lo largo de la cuenca del Guadalquivir aparecieron pantanos, vertidos y problemas de deforestación.

Ya en 1795 se procedió a ejecutar la primera corta, denominada “Merlina”, para restar unos diez kilómetros a la distancia de navegación que existía entre Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. Desde entonces y hasta 1992, cuando se ejecutó la última de estas obras, se han llevado cabo un total de siete cortas, de manera que los 127 kilómetros que originalmente tenían que recorrer los buques han quedado reducidos a medio centenar.

“Estas modificaciones”, explica Fernández-Delgado, “han hecho del antiguo Guadalquivir un cauce casi rectilíneo, alterando la dinámica fluvial, por lo que ahora las mareas dejan sentir sus efectos de una manera mucho más potente que antaño”. Poco se sabe, admite este biólogo, de las repercusiones que ha causado el dragado periódico del canal de navegación, actuación que todos los años supone la retirada de un volumen de fangos de entre 100.000 y 200.000 metros cúbicos.

Pero la gran transformación de los ecosistemas marismeños se produce a partir de los años 30. En la actualidad, y dentro de los límites del Parque Nacional de Doñana, solo unas 27.000 hectáreas de terreno conservan sus características naturales, lo que apenas representa un 12 % de las marismas originales.

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Los sedimentos que arrastra el río, cuando el caudal lo permite, fertilizan los caladeros del Golfo de Cádiz.

La construcción de más de 40 embalses en diferentes puntos de la cuenca, con una capacidad global cercana a los 8.000 hectómetros cúbicos, ha originado una progresiva disminución del volumen de agua dulce que llega al estuario. La intrusión marina es, por tanto, mayor, y los nutrientes, vitales para el desarrollo de las comunidades de fauna que viven en el tramo final del río, son cada vez menores al quedar retenidos en las cubetas de los embalses. Si hasta ahora esta disminución de la fertilización natural no parece haber causado un empobrecimiento de la diversidad biológica es porque, posiblemente, haya sido sustituida por los vertidos orgánicos sin depurar procedentes de algunos municipios.

A todos estos problemas hay que sumar la progresiva pérdida de la vegetación que cubría las riberas de todos los ríos y arroyos que desembocan en el estuario, lo que ha dado lugar a importantes pérdidas de suelo, fenómeno que está causando una acelerada colmatación de las marismas. En el caso del cauce principal, el tráfico de buques, unido a la escasa cobertura vegetal que existe en algunos tramos de las orillas, origina graves problemas de erosión.

Si se suman todos estos factores, advierten los especialistas, no es difícil imaginar la delicada situación en la que se encuentra el estuario del Guadalquivir, y lo incierto que se presenta su futuro. No se trata solo de salvaguardar los valores naturales de este espacio, sino también su importancia en el mantenimiento de actividades económicas como la agricultura o la pesca. En el tramo final del río se han censado 55 especies de peces, 49 de crustáceos, 22 de insectos acuáticos y 8 de invertebrados, y, además, constituye la principal zona de cría y engorde para unas 20 especies marinas que son explotadas comercialmente por la flota que faena en el Golfo de Cádiz.

No es de extrañar, por tanto, que el proyecto para mejorar la navegabilidad del río haya sido cuestionado desde diferentes instancias científicas y conservacionistas. En realidad no se trata de “conservación o desarrollo”, sino, más bien, de “pan para hoy y hambre para mañana”. Y en algunas cuestiones, como estamos sufriendo ahora, el pan duró bien poco y el hambre ya está aquí…